martes, 16 de diciembre de 2014

Contraste: el edificio de Nouvel y el pabellón temporal de KILO

Según la RAE, pabellón es el edificio que constituye una dependencia de otro mayor, inmediato o próximo a aquel. Este es el caso del pabellón temporal creado por el estudio de arquitectura KILO en la plaza pública frente al Instituto del Mundo Árabe de Jean Nouvel en París.

El pabellón se enfrenta al espacio público como contraste con lo existente. Contraste en su forma. Se trata de unas formas curvas, orgánicas, con ángulos agudos apuntando al cielo que, en definitiva, nada tienen que ver con la forma cúbica y ortogonal del edificio de Jean Nouvel, cuya fachada sigue una cuadrícula regular totalmente ordenada y racional. Contraste en cuanto a materiales. El pabellón está hecho a base de tiras de piel de camello cosidas entre sí, mientras que el edificio destaca por su fachada de vidrio con la característica celosía metálica. Contraste de colores. Contraste incluso en cómo los materiales se comportan bajo la misma luz.
Lo mejor es ver las imágenes que hablan por si solas.


© Carmen Valtierra de Luis

© Carmen Valtierra de Luis

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© Carmen Valtierra de Luis

El problema que veo en esto que llamamos arquitectura efímera es que al final las instalaciones suelen quedar excluidas en el diseño del susodicho pabellón lo cual nos lleva a tener que crear un "pabelloncito" para el pabellón principal donde metemos los baños y "todo aquello que molesta". En el caso de la obra de KILO los aseos y la pequeña cocina que da servicio a la cafetería instalada dentro del pabellón, están agrupados en otro volumen situado a unos metros de distancia que podéis ver haciendo clic aquí. Es un "sub-pabellón" blanco con forma de prisma que camufla unos clásicos containers.

Al parecer la regla del diseño consiste en: lo que no sepas cómo solucionar en tu edificio o pabellón, lo agrupas y creas otro pabellón de menor tamaño que de servicio al primero y así sucesivamente hasta que "das solución" a todos los problemas arquitectónicos de esta arquitectura efímera.

Carmen Valtierra de Luis (@Carmen_Valti - @Limahoya)

jueves, 4 de diciembre de 2014

Palais de Tokyo, museo de arte contemporáneo.

El Palais de Tokyo es un edificio inaugurado en 1937 para la Exposición internacional de París. el proyecto de renovación y restauración fue llevado a cabo por el estudio de arquitectura Lacaton & Vassal, uno de los estudios más prestigiosos del panorama arquitectónico francés de hoy en día. El proyecto data de 2012 y podéis ver más información e imágenes en la página web de los arquitectos haciendo clic aquí. Personalmente el proyecto de Lacaton & Vassal me parece loable.


© Carmen Valtierra de Luis

En cuanto al contenido, el Palais de Tokyo es un museo que no tiene una colección permanente, excepto la pieza de Henrique Oliveira que aparece descrita como "colección temporal de duración indeterminada". Un acierto.
Por lo demás y como en todo museo o exposición de arte contemporáneo sigo la regla del 20/80, 20% merece la pena 80% es basura. Evidentemente la regla 20/80 es subjetiva y puede que me equivoque totalmente al agrupar las obras de una manera tan drástica pero como en el arte contemporáneo carecemos de criterio necesito fiarme de mi intuición a pesar del posible error que puedo cometer al descartar la mayoría de la muestra.

La exposición que tiene lugar ahora mismo en el Palais de Tokyo se titula Inside. Os dejo aquí algunas imágenes de una pequeña parte del 20% que, en mi opinión, merece la pena.


© Carmen Valtierra de Luis 

Esta obra que parece una gran tela de araña a escala humana pertenece a Numen / For Use. Está situada en el vestíbulo de recepción, a la entrada del museo, así que sin duda obtiene toda la atención del público.
A continuación os dejo dos imágenes de dos esculturas de Ryan Gander. ¿Adivináis el material con el que están hechas? el autor crea una intriga tal en el espectador que éste no puede evitar el deseo de tocar la escultura para levantar la sábana (a pesar de que no se permite tocar las obras) incluso aunque sepas de antemano que las esculturas están esculpidas en mármol. No hay sábana, lo que veis es piedra.


© Carmen Valtierra de Luis

© Carmen Valtierra de Luis

La imagen de aquí abajo no refleja la experiencia del observador. Perdonad por la calidad de la foto pero aunque os hubiera traído la mejor de las calidades, una imagen no puede mostrar la experiencia espacial y sensorial de esta obra. Se trata de un refugio construido en madera donde llueve en el interior. Normalmente vemos la lluvia mojando la calle desde el interior de nuestras casas y me pareció curioso el cambiar el punto de vista y percibir la lluvia desde el exterior. La instalación es obra de Stéphane Thidet.


© Carmen Valtierra de Luis

Los museos se están convirtiendo cada vez más en parques de atracciones para satisfacer a un público ávido de experiencias sensoriales. Yo creo que ese sentimiento de admiración o de éxtasis producido al contemplar una obra (muy bien descrito por Ernst Gombrich y puesto a prueba gracias al arte dadaísta) no debería  depender siempre de un estímulo externo sino de la voluntad del observador. Sin embargo hoy en día el espectador está más acostumbrado a sentarse y recibir que a observar y pensar.


© Carmen Valtierra de Luis

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miércoles, 12 de noviembre de 2014

La Tour Triangle, un rascacielos "no pero sí"

El pasado 31 de Octubre estuvo Jacques Herzog presentando, o más bien defendiendo, su proyecto de La Tour Triangle en el Pabellón del Arsenal, París.

© Carmen Valtierra de Luis

La sala estaba a rebosar y a pesar de la ronda de preguntas protagonizada por el colectivo en contra de la Tour Triangle J. Herzog argumentó el proyecto como buenamente pudo y consiguió salir airoso. La Tour Triangle presenta sus dudas pero personalmente le doy un voto de confianza, ¿por qué? por tratarse de Herzog & De Meuron. Si fuera otro estudio quizás tuviera una opinión más reservada.
En cambio he de decir que lo que estropea el discurso intelectual de estos arquitectos es el marketing fácil de querer vender el proyecto a los profanos en la materia usando como recurso la analogía o similitud formal con imágenes o símbolos reconocibles. En mi opinión Herzog sobreexplotó el uso de imágenes con referencias triangulares (por ejemplo la pirámide del Museo del Louvre), y eso le quita fuerza a su discurso arquitectónico.

La Tour Triangle pertenece al grupo de rascacielos que he denominado como los rascacielos no pero sí, es decir, edificios que no son rascacielos pero que lo son. Son edificios torre que siguen una tipología formal con una distribución de programa peculiar que difiere de la forma clásica de un rascacielos convencional. Este grupo está presidido por el edificio de la CCTV de OMA.

Aquí os dejo una serie de fotografías de las maquetas expuestas en la exposición en le Pabellón del Arsenal que acompañó a la conferencia de Herzog & de Meuron.

© Carmen Valtierra de Luis

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Carmen Valtierra de Luis (@Carmen_Valti - @Limahoya)



domingo, 26 de octubre de 2014

El Centro Pompidou y París

Mucha gente critica la estética del Centro Pompidou. En general este edificio no es bien recibido entre los propios parisinos. Sin embargo no mucha gente conoce o ha visitado sus recorridos de pasarelas exteriores desde donde se puede admirar la belleza de la ciudad de París con todos sus puntos singulares, desde MontMartres, hasta Notre Dame, la Torre Eiffel, Montparnasse, La Défense al fondo, etc.


© Carmen Valtierra de Luis

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Pero el Centro Pompidou no es solo un acierto por tener una de las mejores vistas de París sino por dotar a la ciudad de espacios urbanos llenos de actividad. En uno de los cascos urbanos más densos del planeta, el centro Pompidou se hace hueco y abre su espacio colindante como plazas públicas que esponjan el tejido urbano.


© Carmen Valtierra de Luis

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Aquí os dejo este vídeo donde el propio Richard Rogers habla de su proyecto para el Centro Pompidou que realizó junto a Renzo Piano, muy interesante:
[en inglés] "The Pompidou captured the revolutionary spirit of 1968" - Richard Rogers




Carmen Valtierra de Luis (@Carmen_Valti - @Limahoya)

miércoles, 4 de junio de 2014

Los criterios de fidelidad: imagen fija y el ojo en movimiento

La última vez que mencionamos a Gombrich fue en el post titulado Del Experimento a la Crítica de Arquitectura. Ya era hora de volver a escribir sobre sus estudios acerca de la psicología de la representación pictórica.

En el ensayo Los criterios de fidelidad: imagen fija y el ojo en movimiento* me parecen muy interesantes dos conceptos. 
El primer concepto que Gombrich explica es que el objetivo de la imagen científica no es registrar lo visible, sino hacerlo visible. No es una fidelidad visual sino un registro objetivo, donde la información complementaria sobre el instrumento y la exposición adquiere gran importancia para su interpretación. Gombrich utiliza como ejemplo dos imágenes de la misma radiografía, una hecha con más contraste y la otra con menos.

Radiografía**. Fuente

La imagen que se muestra más nítida es mal interpretada por el profano en la materia como la más explicativa, sin embargo la realidad es que la imagen menos nítida a simple vista, da más información o más exacta sobre los huesos del paciente.
En el campo del arte, donde toda interpretación es subjetiva, el papel del crítico tiene su importancia por el hecho de que él es el experto en la materia. Pero, como bien dijo Gombrich, el arte es un gusto adquirido, así que el problema es que el arte está sujeto a su contexto y a la opinión del experto que interpreta la obra. Esto no ocurre con una radiografía, cuya imagen es generada debido a un objetivo científico.

El segundo concepto que me interesa de este ensayo de Gombrich es la idea de que la imagen no puede transmitir más información de lo que el medio pueda transmitir. Es una obviedad de la que a veces nos olvidamos. Una fotografía digital de un paisaje no podrá mostrarnos el detalle mínimo de las hojas del árbol más alejado por mucho que hagamos zoom ya que sólo conseguiremos ver píxeles (al menos hasta hoy en día). El medio utilizado para transmitir la información es una fotografía digital obtenida con una cámara de una calidad no suficiente como para apreciar el detalle. Otro ejemplo sería el de una fotografía tomada con una cámara de los años 30. Una fotografía en blanco y negro de la época no puede mostrarnos el color de los vestidos de aquel entonces, somos nosotros los que interpretamos de qué color fueron las prendas de la fotografía.

Lange's 1936, Migrant Mother, Florence Owens Thompson
imagen coloreada por Mads Madsen. Fuente

Con esta idea Gombrich explica el “principio del testigo ocular”, según el cual se intenta representar una fidelidad visual que es la sensación de participación. Este principio evoluciona desde la mimesis, concepto ya explicado en la entrada titulada El descubrimiento visual por el arte.
La mímesis exigía que el espectador de una obra estuviera quieto y mirara en una sola dirección, donde se refería al objeto pintado desde un punto de vista. En la actualidad, sin embargo, el "principio de testigo ocular" evoluciona y se refiere al sujeto, hacia quien va dirigida la obra de arte. Hoy en día encontramos la aplicación de este concepto en el marketing y la publicidad, donde la imagen protagonista es elegida, no solo en función del objeto, es decir, de la imagen en si misma, sino en función de la interpretación que el público imaginará desde su punto de vista como cliente potencial. Una misma imagen tendrá diferentes interpretaciones según los sujetos que la observen. 

Fuente: página del libro "El Principito"

* Los criterios de fidelidad: imagen fija y el ojo en movimiento, es uno de los capítulos de "La Imagen y el Ojo, nuevos estudios sobre la psicología de la representación pictórica" de E. H. Gombrich.
** La imagen de la radiografía no es la imagen original que Gombrich emplea en sus escritos. Se trata de una imagen que he utilizado para ilustrar el texto. Para más información acerca de la nitidez o calidad de las imágenes radiográficas podéis consultar el siguiente artículo haciendo click aquí.

Carmen Valtierra de Luis (@Carmen_Valti - @Limahoya)

martes, 20 de mayo de 2014

El acierto del proyecto de renovación del Rijksmuseum

Después de 12 años cerrado al público, el Rijksmuseum por fin abrió sus puertas de nuevo el pasado año 2013. Hasta entonces tan sólo se podía visitar el 20% de su contenido.
La primera vez que me topé con el proyecto de renovación del Rijksmuseum llevado a cabo por Cruz y Ortiz, fue en una conferencia en la universidad cuando aún era estudiante. Lo que más me atrajo del proyecto fue su relación con el espacio público gracias al pasaje en planta baja que atraviesa el edificio. Ya por aquel entonces Cruz y Ortiz explicaron que estaba siendo una pesadilla luchar por que les dejaran reabrir dicho pasaje. En el pasado ya existía pero debido a la reglamentación especial de seguridad del museo fue especialmente difícil reincorporarlo en el proyecto de renovación.
Así lo describen los arquitectos en su página web:
"[...] Un pasaje, prácticamente una calle, atraviesa el edificio de norte a sur dividiéndolo en dos partes, obligando a tener dos entradas, dos escaleras principales y ocasionando que sólo en planta principal se encuentren conectadas las zonas este y oeste en que el edificio queda dividido en sus plantas de semisótano y baja.
[...] La intervención sobre el edificio consiste, por un lado, en realizar una nueva y única entrada al museo a través del pasaje, con la dificultad añadida de conservar el paso público de bicicletas, y por otro, en liberar los patios recuperando hasta cierto punto su estado original.
Una escalera abierta a la entrada del pasaje trasladará al visitante a un gran hall central situado por debajo del nivel de la calle, que unirá las alas este y oeste del edificio." 

En mi humilde opinión es uno de los mayores aciertos del proyecto.
Hace poco he tenido la oportunidad de visitar el edificio de nuevo y de poder ver con mis propios ojos el proyecto terminado.

© Carmen Valtierra de Luis

© Carmen Valtierra de Luis

© Carmen Valtierra de Luis

Al más puro estilo haussmaniano, el pasaje conecta dos zonas de la ciudad permitiendo la continuación de uno de los ejes más característicos de Amsterdam.


Fuente: www.cruzyortiz.com

Fuente: www.cruzyortiz.com

jueves, 15 de mayo de 2014

Curiosidades del Museo de la Arquitectura (Cité de l'Architecture) en París

El Museo de la Arquitectura llamado Cité de l'architecture et du patrimoine se encuentra en unas de las alas del Palacio de Chaillot de París, que está situado en el distrito XVI, en la plaza del Trocadéro, encima de la colina de Chaillot. Se construyó para la Exposición Universal de 1937 por los arquitectos Léon Azéma, Jacques Carlu y Louis-Hippolyte Boileau. Para ello se derribó el antiguo Palacio del Trocadéro y se construyó el nuevo Palacio de Chaillot que incluye una plaza pública, la conocida plaza del Trocadéro, mirador orientado hacia la torre Eiffel.
En la primera planta del museo se exhibe una exposición a base de copias de patrimonio arquitectónico románico, gótico, etc. Personalmente esta exposición no me interesa pero en cambio me fascina el contraste entre arquitectura antigua y moderna, entre ruina y renovación contemporánea. La atmósfera recreada parece una escenografía salida de de una película de ciencia ficción.


© Carmen Valtierra de Luis

© Carmen Valtierra de Luis

En mi opinión la parte más interesante del museo se encuentra en el segundo piso, donde, por ejemplo, se puede visitar una réplica a escala real de uno de los apartamentos de la Unité d'habitation de Marseille. Otra cosa interesante es el vídeo explicativo sobre la construcción del sistema de fachada del Museo del Mundo Árabe de Jean Nouvel.
Pero sin duda, para mí lo más curioso fue encontrarme con proyectos como éste: un trasatlántico en pleno centro de París. Y por si no llamara suficientemente la atención, lo situaron frente al Hôtel de Ville, uno de los puntos más singulares de la ciudad.


© Carmen Valtierra de Luis

© Carmen Valtierra de Luis

© Carmen Valtierra de Luis

No sé si se aprecia en las imágenes pero el proyecto también tiene su variante neoyorquina. ¿Dónde ha quedado hoy en día la utopía arquitectónica?

Carmen Valtierra de Luis (@Carmen_Valti - @Limahoya)









viernes, 18 de abril de 2014

Hackear la ciudad a pequeña escala

Antes de nada conviene definir el término hackear. Podéis encontrar una buena explicación en Wikipedia pero personalmente me quedo con la definición que he encontrado en la web El correo de las Indias:
"Hackear es utilizar el conocimiento que tenemos sobre un sistema de cualquier tipo para desarrollar funcionalidades para las que no había sido diseñado originalmente o hacerle funcionar de acuerdo con nuevos objetivos."
El término proviene del mundo de la informática pero actualmente se ha extrapolado a cualquier tipo de sistema.

La siguiente historia está basada en una experiencia personal. Sucede en el paso para peatones de una calle principal con bastante tráfico rodado. Para que los peatones puedan cruzar la calle hay un semáforo regulado con un botón que al pulsarlo cambia la luz a color rojo y detiene el tráfico rodado. Cuando alguien pulsa el botón, el semáforo tarda entre 10 o 20 segundos en detener el tráfico. La calle tiene una longitud considerable. La cruzan otras calles perpendiculares pero sin rotondas, es decir, que a lo largo de la calle principal hay bastantes semáforos que interrumpen el tráfico de los vehículos.




Al principio, cuando comencé a usar esa ruta y tenía que cruzar por ese paso de peatones varias veces al día, me di cuenta de que había personas que no pulsaban el botón pero que esperaban para poder cruzar la calle. Pensé que no sabían que había un botón que debían pulsar para que el semáforo se pusiera en verde y así poder cruzar. Aunque siempre llegaba alguien que conocía de la existencia del botón, lo pulsaba y así todos podían cruzar igualmente.
Este paso de peatones existe porque justo al lado hay una estación de tranvía. El semáforo está regulado por un botón porque así la interrupción del tráfico rodado se limitará, principalmente, a la frecuencia con la que pase el tranvía por esa estación. De este modo se minimiza la interrupción de la marcha de los vehículos. Pero qué pasa con las personas que esporádicamente pasan por allí y también desean cruzar la calle. Sencillamente pulsan el botón y cruzan. Hasta aquí todo es normal. El sistema está bien pensado.
En términos de eficiencia en el sistema, parar el tráfico para que crucen 20 personas es más eficiente que parar el tráfico para que cruce una sola persona. Pero aún así hay que permitir que esa persona cruce la calle.
El máximo consumo energético de un vehículo se produce cuando éste tiene que frenar, detenerse y volver a reanudar la marcha. Esto multiplicado por 5-10 vehículos es lo que ocurre cada vez que alguien pulsa el botón de ese semáforo.
Al principio, cuando yo cruzaba la calle pulsaba el botón por inercia, sin pensarlo. Después de un tiempo comencé a observar y a darme cuenta de que cuando no era hora punta de máximo tráfico y sólo estaba yo esperando para cruzar la calle, en vez de pulsar el botón y detener forzosamente a los vehículos, simplemente podía esperar unos segundos más hasta que el grupo de coches hubiera pasado y así pudiera cruzar yo. 
En el sistema urbano, a veces seguimos normas sin preguntarnos por qué. Cruzar en rojo está "mal". Al hacerlo soy consciente de ello pero ya os he explicado mi por qué.
Me gusta pensar que algunas de las personas que mencionaba al principio de la historia, las que no pulsaban el botón para cruzar, no lo hacían por ignorancia o desconocimiento como yo creía, sino que lo hacían por la misma razón que yo o simplemente por empatía hacia los conductores aburridos de tener que frenar y parar cada 200 metros.
Hay personas que conocen el sistema urbano y en vez de seguirlo a ciegas encuentran caminos para mejorarlo. A eso es a lo que llamo "hackear la ciudad a pequeña escala".

Os invito a visitar la web de Fabrique Hacktion donde encontrareis algunos ejemplos de lo que para mí significa hackear el sistema urbano. Me ha llamado especialmente la atención el proyecto nº10 Ticket-ticket-ticket. Se trata de un modo de dar un segundo uso a los tickets del transporte público que funcionan por horas/días para que así, mientras esos tickets siguen activos, puedan ser reutilizarlos por otras personas cuando el usuario inicial decida prescindir de ellos.
Recuerdo que cuando se introdujo la OTA, en mi ciudad era normal encontrar a alguien a quien "le sobraban unos minutos del ticket" y te lo cedía con una sonrisa. En todo caso, antes de tirarlo a la basura siempre será mejor dárselo a alguien, ¿no?

Carmen Valtierra de Luis (@Limahoya - @Carmen_Valti)

Nota: Os recomiendo leer El arte de hackear la ciudad un post de ÁRTICA.

jueves, 10 de abril de 2014

Ordenadores como fuente de calor doméstico

No suelo escribir sobre tecnología pero esta semana he encontrado una noticia muy interesante desde el punto de vista energético y no he podido resistir las ganas de compartilo en 'Limatesa y Limahoya'. Se trata de una startup francesa, Qarnot Computing, que ha creado un sistema para aprovechar el calor generado por el procesador de los ordenadores cuando estos trabajan a máximo rendimiento.

Si alguna vez habéis usado vuestro propio ordenador para realizar algún proceso que necesita de cierta potencia como por ejemplo renderizar una imagen o un vídeo, os habréis dado cuenta del aumento de temperatura que dicho proceso supone para el hardware. Recuerdo que algunos amigos lo usaban para derretir el chocolate de sus galletas preferidas, otros simplemente poníamos nuestra taza de café cerca para que se conservara caliente por más tiempo. Ahora imaginad esta situación pero en una oficina con 20 ordenadores. Cuando los ordenadores están trabajando al máximo rendimiento aumentan la temperatura del local. En invierno esto es algo positivo ya que supone un ahorro para el sistema de calefacción. 

Para que ese calor generado por los ordenadores sea significativo se necesitan procesadores potentes que estén trabajando constantemente y eso es algo que normalmente no tenemos en nuestras casas. Sin embargo pensad por ejemplo en Pixar. Para crear tan solo un segundo de película necesitan entre 3000-5000 ordenadores (render farm). No hagáis mucho caso a las cifras, lo que quiero decir es que en verdad hablamos de una cantidad importante de calor generado y desaprovechado. Bueno, pues lo que Qarnot Computing ha hecho es crear un sistema descentralizado para aprovechar ese calor.
Los procesadores de dichos ordenadores no tienen necesariamente que estar en el mismo recinto. De este modo, al tratarse de un sistema descentralizado, algunos de esos 3000-5000 ordenadores que en este caso necesitaría Pixar, formarían parte de nuestro sistema de calefacción mientras que el resto se encontrarían en otras viviendas y así hasta sumar el total de ordenadores necesarios para realizar el renderizado de una película. Si estamos en verano y yo no necesitaría calefactar mi vivienda apagaría el sistema y por lo tanto esos ordenadores no funcionarían. Sin embarlo, al ser un sistema descentralizado se pondrían a trabajar los ordenadores situados en las viviendas en la otra parte del planeta en donde sería invierno.

Fuente: www.qarnot-computing.com

Fuente: www.qarnot-computing.com

Para los que estéis interesados os recomiendo leer el apartado de preguntas frecuentes [inglés o francés] de la web de Qarnot Computing.

Carmen Valtierra de Luis (@Carmen_Valti - @Limahoya)

domingo, 16 de marzo de 2014

Del Experimento a la Crítica de Arquitectura

Hoy volvemos con Gombrich pero esta vez para preguntarnos acerca de la crítica en la arquitectura.

En Experimento y experiencia en el arte*, Gombrich define experimento como “intento de encontrar alternativas más eficaces, más adecuadas para alcanzar el objetivo deseado”. Esta definición me encanta debido a que enfatiza el carácter subjetivo de un proceso de investigación científico, es decir, que pone de manifiesto que ante un experimento el objetivo es pensado a priori por el investigador; elegimos lo que queremos demostrar.
Dicho esto, y aplicando el proceso de experimentación al ámbito del arte, nos damos cuenta de que el artista también experimenta. Usa el procedimiento por tanteo. Sin embargo, el artista necesita completar este procedimiento con la autocrítica, donde pretende encontrar un efecto psicológico, a diferencia del científico que intenta encontrar una proposición verdadera.
Además del procedimiento por tanteo y de la autocrítica, otro procedimiento es la realimentación negativa o aproximarse a una meta mediante la eliminación de errores.

Gombrich concluye en éste texto diciendo que a causa de la falta de criterios -ya que el arte no es ciencia sino que es un gusto adquirido- se ha perdido el valor de las críticas de arte, en parte por esa sugestibilidad.

Últimamente me pregunto mucho acerca de la crítica contemporánea de arquitectura y la crítica de arquitectura contemporánea. ¿Dónde está la crítica? ¿Cuál es su objetivo? ¿A caso hay crítica? Gombrich estaba en lo cierto, como consecuencia de esa sugestibilidad, la crítica de hoy en día se está convirtiendo en un "me gusta" de Facebook o en un "RT" de Twitter.
Lo que diferencia a la Arquitectura del Arte es su componente técnica, operacional y de gestión. Y por ello, en mi opinión, es por ahí por donde debería tirar la crítica actual.

Como "breve" resumen del panorama actual de la crítica de arquitectura de hoy en día os dejo esta conferencia de Fredy Massad para ARA Arquitectura en septiembre del 2013 (comienza a partir del minuto 4:25 en castellano):



*Experiemento y experiencia en el arte es uno de los capítulos de "La Imagen y el Ojo, nuevos estudios sobre la psicología de la representación pictórica" de E. H. Gombrich.

Carmen Valtierra de Luis (@Carmen_Valti - @Limahoya)

lunes, 3 de marzo de 2014

La experiencia de la Tour Paris 13

Después de más de 8 horas de hacer cola por fin pude visitar la Tour Paris 13, la mayor exposición colectiva de street art jamás realizada. ¿Mereció la pena? Pues he de decir que sí. Algunos pensaréis que después de estar esperando durante todo el día para poder entrar y visitar la exposición obviamente no voy a decir que no mereció la pena. Yo pensaría lo mismo pero debo decir sinceramente que mereció la pena.
Antes de nada es necesario conocer algunos datos, como que la exposición era temporal, lo cual la hace más atractiva desde el punto de vista de que "puede que sea la única oportunidad en mi vida en que pueda visitarla". Cuando digo que la exposición era temporal uso pretérito imperfecto, la torre ya está cerrada al público y está esperando su demolición. Así es, he ahí otro punto a favor del éxito que tuvo esta peculiar exposición, permaneció abierta solamente durante el mes de octubre del 2013 por lo que el sentimiento de "puede que sea la única oportunidad en mi vida en que pueda visitarla" tomaba un significado literal.
Otro detalle que fomentó el éxito de la Tour Paris 13 fue que la visita era gratuita. En concordancia con el movimiento street art, la exposición no tenía un fin comercial, es decir, que las obras no estaban a la venta porque al fin y al cabo la torre, y con ella todas las obras, será destruida durante este año 2014.
Después de su demolición, el solar será empleado para la construcción de viviendas de protección social a cargo de ICF Habitat La Sablière.

La Tour Paris 13 en números:

- 4.500 m2 de superficie entre paredes, techos y suelos repartidos en 9 plantas más 2 sótanos.
- 36 apartamentos de entre 4 y 5 habitaciones, algunos de ellos incluso amueblados.
- Más de 100 autores de street art de 16 nacionalidades.
- Más de 7 meses de duro trabajo.

La visita duraba en torno a una hora y sólo podían permanecer en el edificio 49 personas cada vez (supongo que por motivos de seguridad en caso de evacuación ya que el uso del edificio está calificado como "edificio de viviendas" y no como "pública concurrencia").
A continuación os dejo algunas de las fotos que tuve la suerte de poder tomar. No sé para cuándo está prevista la demolición pero estaré atenta para contaros cómo fue.


© Carmen Valtierra de Luis

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© Carmen Valtierra de Luis

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© Carmen Valtierra de Luis

© Carmen Valtierra de Luis

© Carmen Valtierra de Luis



Para más información:
- Organizadores: Mairie 13 (la alcaldía del distrito 13 de París) y Galerie Itinerrance.
- Otros: Conceptori (agencia consejera en comunicación urbana y digital).

Carmen Valtierra de Luis (@Carmen_Valti - @Limahoya)